jueves, 3 de enero de 2013

AVES ESTEPARIAS.



Como ya comentamos en el capítulo de zonas esteparias, de nuestro municipio, podemos decir que poseemos unos espacios que atesoran una rica biodiversidad, pudiéndose observar especies emblemáticas o en peligro de extinción que por sus características se convierten en un potencial recurso turístico. Por lo que se aconseja conservarlas para que otras generaciones puedan disfrutar de estas aves. Conservar estos espacios supone cuidar su área de alimentación y cría. Las estepas ibéricas en general tienen ambientes de muy alto valor ecológico por albergar estos seres vivos tan singulares.


Como principal característica de estos individuos, reyes de las planicies, es su adaptación a la vida en el suelo. Poseen unas potentes patas que les permiten alcanzar grandes velocidades en la carrera; construyen sus nidos  en el suelo por lo que sus colores, en especial las hembras, son miméticos, con tonos similares a la tierra, ya que muchas veces están tapados por simples arbustos o hierbas de tamaño medio.

Son muy diversas las especies  catalogadas y observadas en nuestras zonas esteparias, pero en algunos casos la tendencia poblacional es de llevar una propensión a desaparecer de este territorio. Entre los individuos que podemos observar  en nuestros campos están: cernícalo primilla, sisón común, avutarda común, alcaraván común, ganga, ortega, terrera común, cogujada común, cogujada montesina, carraca europea, aguilucho cenizo y bisbita campestre.

Trataremos algunas especies más representativas en nuestros entornos esteparios:


La avutarda posee una dieta omnívora, en la que alternan la ingesta de vegetales con insectos; siempre supeditada a la disponibilidad de cada estación. Su sistema de reproducción es polígamo, un macho puede copular con varias hembras, las cuales se separan del grupo para dedicarse solas a sus crías. Si bien se considera a esta especie como social, aunque la mayoría de las veces son grupos unisexuales. El estado de conservación de la avutarda en nuestro municipio se puede considerar en receso, ya que su número disminuye a pesar de encontrarnos cerca de uno de los núcleos más importantes de Extremadura, el Valverde-La Albuera (con unos 250 individuos). La conservación de estas zonas esteparias es fundamental para el aumento de estos ejemplares en nuestro municipio.


El Sisón es un animal que nidifica en el suelo, con una puesta de 3-4 huevos. Sus pollos son nidífugos. Presentan un sistema de emparejamiento poligínico con un lek desde donde se exhiben para atraer a las hembras. Este animal se puede encontrar en todos los llanos de nuestro entorno. El principal problema de su población es la transformación de su hábitat, aunque también hay otras circunstancias como los tendidos eléctricos y la caza ilegal que influyen en que su número no aumente.


El aguilucho cenizo coexiste con otras especies en las zonas de siembras de cereales. Su base alimenticia son los invertebrados y en menor cantidad las aves, los mamíferos y los reptiles. Es un ave colonial lo que le sirve para defenderse de los milanos negros, águilas calzadas y cigüeñas. Podemos observarlos volando a ras de los cultivos de cereales en la mayoría de los espacios agrarios de nuestro municipio. La conservación de esta especie depende de la sensibilización de agricultores y cosecheros que deben evitar la destrucción de los nidos dejando siempre un espacio sin segar entorno al mismo, cuando se vaya a recolectar el grano.

Podemos concluir diciendo que la principal causa de la disminución de estas especies esteparias se debe al deterioro de su hábitat, producido por las molestias reiteradas de las zonas de crías, provocando que las nidadas no sigan adelante; por las nuevas técnicas agrícolas, que potencian la productividad a base de compuestos químicos que han inducido a una disminución en el nacimiento de nuevos individuos y por otra parte por la perdida de recursos alimenticios. No obstante el principal factor negativo, en el municipio de Olivenza, es la inexistente figura protectora.