jueves, 14 de marzo de 2013

LAS ATALAYAS


 Son, las atalayas, unas construcciones militares cilíndricas de carácter defensivo de castillos y poblaciones, que se localizan en zonas elevadas como elemento de vigía.

Presentan unas estructuras simples tanto en el material para la edificación como en la disposición de sus diferentes partes. Los elementos empleados para su construcción eran muy básicos, aprovechaban el material que disponían alrededor de la zona donde iba a ser emplazada: piedras, cal, poco ladrillo y lanchas o pizarras. Su estructura estaba constituida por tres niveles uno encima del otro; la parte baja servía como almacén de leña, ramas y pasto, el nivel medio usado como hogar y el superior era una terraza, utilizada para el control de las huestes enemigas y para prender la hoguera que serviría de alarma. Dentro de las atalayas había una escalera de caracol muy estrecha para comunicar los diferentes tramos, en la que solo cabía una persona, y que se encontraba adosada a la parte interna. Las bóvedas de cada uno de los tramos se construían solapando lanchas o ladrillos hasta cerrarse en el centro. Diversas saeteras se repartían por el perímetro de la torre. Una ventana mayor orientada siempre hacia la torre del homenaje del castillo de Olivenza permitía el enlace visual directo entre las atalayas y la fortaleza oliventina.
Las hogueras realizadas desde estas construcciones comunicaban del eminente peligro a los guardias de la torre del homenaje del castillo de Olivenza; éstos, al ver el humo en la atalaya, daban la voz de alarma y con ello se mandaba a cerrar todas las puertas de la ciudad y el ejército se preparaba para hacer frente a los posibles invasores.
Algunos autores, llegan a citar hasta 12 torres de este tipo manteniéndose únicamente en pie la mayor de las Moitas, en San Jorge de Alor; seguida de la de San Amaro, junto a San Benito de la Contienda; de menor tamaño la de los Arrifes, localizada al suroeste del municipio; la de Juana Castaña, al norte; la de la Coitá, al este, conservando su base de poco más de dos metros. Otras, como la del Barroco, se encuentra integrada en otra construcción como el cortijo denominado también como el Barroco, peor suerte ha corrido la del Poceirón, que se encuentra reducida a un montón de piedras, utilizando parte de su material para la construcción de paredes para la finca. La misma suerte han corrido las denominadas de Catrapós, la Coutada, Doña María y San Gil.
La historia nos dice que algunas de estas edificaciones fueron de nueva construcción para controlar al enemigo durante las Guerras de Restauración (1640-1668) por la que Portugal se separa de la corona española durante el reinado de Felipe IV y otras fueron restauradas de otras anteriores (se hacen referencia a ellas en el “Libro de las Fortalezas” redactado por Duarte de Armas en 1509).
Estas atalayas se localizan estratégicamente de manera que el oponente no encontrase ningún resquicio que le permitiera realizar un ataque sin ser visto. Para su visita damos, además de algunos datos, las coordenadas:
 ·       Atalaya de las "Moitas". Se encuentra junto a la aldea de San Jorge de Alor, en una pequeña sierra con mucho matorral de aquí el nombre de las “moitas” con una altura de 384 m, con las coordenadas: 38°39’25.902’’ N, 07°03’38.9082W.
      Se accede desde la propia aldea. Al final de la calle Obispo Amadeo Rodríguez Magro se toma un camino desde donde se observa esta construcción. No hay un sendero que te lleve a la zona, así que deberemos guiarnos por la localización visual.
Esta atalaya se encuentra en mal estado ya que el lado norte presenta un gran agujero, su origen se debe a un pequeño seísmo ocurrido en la década de los sesenta del siglo pasado. Forma parte del patrimonio cultural, a la cual los habitantes de la aldea de San Jorge le tienen mucho apego, por lo que es aconsejable reparar, de lo contrario, desaparecerá si no se pone remedio, como ya ha ocurrido con otras.

 
 Atalaya de las Moitas
·       Atalaya de San Amaro. Está próxima a San Benito de la Contienda, en una elevación de 404 m, entre las coordenadas 38°39’55.31’’ N. 007°07’ 53.82’’ W. Debe su nombre a la sierra sobre la que se construyó; no existe escalera, por lo que no se puede acceder al segundo nivel.
Para llegar a ella hay que tomar la carretera de Olivenza a San Benito de la Contienda, para apartarnos de esta vía entorno al km 4.850 que corresponde con la entrada de una finca. Desde ahí deberemos ir campo a través.

 Atalaya de San Amaro

·       Atalaya de Los Arrifes. Al este de Olivenza. Se encuentra a una altura de 270 m. por lo que no se puede apreciar a largas distancias; para acceder a ella se debe buscar las siguientes coordenadas: 38°40’00’’ N 007°10’25’’ W. 
 ·  Atalaya de Juana Castaña. Se localiza al norte de Olivenza. En las coordenadas 38°45’27.5’’ N 007°07’45’’ W. Es de escasa elevación. Deberemos tomar la carretera que va desde Olivenza hasta Elvas    

 Atalaya de Juana Castaña

·       Atalaya de La Coitá. Al este de Olivenza, cuyas coordenadas son 38°40’ 52’’ N, 007°02’18’’ W esta se halla en muy mal estado. Es un claro ejemplo del final de todas las atalayas de no cuidarse y restaurarse.
Estas construcciones han llegado a nuestros días luchando contra el olvido y las inclemencias del tiempo; formando parte del ecosistema adehesado de nuestro municipio, por lo que los responsables actuales del patrimonio cultural les corresponden dejar este legado a las futuras generaciones.

Interior de la atalaya del cortijo del Barroco