martes, 8 de enero de 2013

MAMÍFEROS EN EL MUNICIPIO DE OLIVENZA



           En nuestro municipio carecemos, desde hace muchas generaciones, de los grandes mamíferos emblemáticos del bosque mediterráneo como son el lobo ibérico y el lince ibérico. No obstante, circulan todavía entre los mayores de cada hogar aquellas antiguas leyendas, en las que entorno a una chimenea, el lobo se convertía en el protagonista de muchas historias unas veces verdaderas y otras creadas como producto del mito y de la imaginación.


           Dentro de las especies protegidas y alojadas en nuestro municipio, podemos citar los siguientes mamíferos carnívoros: el gato montés, la comadreja, el turón, la garduña, el tejón, la nutria, el meloncillo y la jineta. Su protección se debe al hecho de que son seres vivos amenazados y en regresión. Este grupo son principalmente nocturnos o crepusculares a excepción del meloncillo que es de hábitos diurnos. Vulgarmente se les consideran como alimañas; expresión utilizada como animal dañino, termino que las futuras generaciones deben erradicar de su vocabulario.


Está constatado, en numerosos estudios, que son altamente beneficiosos para la agricultura, ya que se ha comprobado que son unos eficaces controladores de plagas de insectos y de micromamíferos como los roedores. Estos predadores, de cuerpo ágil, con poderosos caninos y fuertes garras, desempeñan otra función importantísima como es la selección de las especies cinegéticas, eliminando aquellos individuos enfermos o que no están perfectamente adaptados al medio por poseer alguna tara. Por ello, es primordial reconocer el papel que realizan estas especies en defensa de los intereses de todos los humanos, sin ellos no se hubiera desarrollado la agricultura y la ganadería en nuestro planeta, debido a la gran capacidad reproductora de los roedores y de algunos insectos perjudiciales.

            En referencia a los micromamíferos, podemos citar especies como el topo ibérico, la musaraña, musarañita, ratón de campo, rata campestre, rata común, ratón casero y el lirón careto. Estos los podemos encontrar en cualquier ecosistema del municipio de Olivenza desde nuestros hogares hasta las dehesas y olivares de la Sierra de Alor.

            En cuanto a los quirópteros, están representados por una gran variedad, conservando en nuestras localidades algunos de los censados en Extremadura como el murciélago común, murciélago hortelano, murciélago rabudo, murciélago troglodita, murciélago ratonero, nóctulo común y rinolofo pequeño. Estas especies representan un grupo clave para determinar la calidad y el grado de conservación de un ecosistema, siendo especies prioritarias en la UE. Como todos sabemos son los únicos mamíferos que pueden volar; pero lo que más llama la atención son sus narices y las orejas, estos órganos tienen la función de captar con la máxima exactitud las ondas ultrasónicas que ellos mismos emiten al gritar. Mediante este sistema de ecolocación pueden moverse en la oscuridad con toda seguridad.


            Los mamíferos, que podemos citar y que se encuadran dentro de las especies cinegéticas, están además del conejo, la liebre y el jabalí, los ciervos y los muflones  que son criados en algunas fincas de nuestro municipio. Mención a parte es el zorro, que aunque es una pieza cinegética, el fin de su muerte no es la alimentación del ser humano; si no que debe ser abatido, según los cazadores, por ser el causante de la escasez de conejos y perdices; dato muy lejos de la realidad ya que estudios de la alimentación del zorro indican que la mitad de lo que comen son insectos, un 21 % son frutos silvestre, el 6% ratones y topos y una pequeña parte  la conforman conejos, liebres, perdices, aves pequeñas y palomas. Este porcentaje varía en aquellos individuos que viven cerca de los núcleos urbanos ya que basan su alimentación en los restos de la basura. Ésto unido, a las enfermedades del conejo, hacen que tal idea no tenga ninguna base científica y quede fuera de toda lógica.

            Otro mamífero que debemos citar es el erizo, que posee un carácter nocturno pasando las horas del día en refugios. Al ser de movimientos lentos, su evolución le ha dotado de unas púas de las que se sirve en las situaciones de peligro, formando una bola sobre sí mismo impidiendo que el predador pueda matarlo y posteriormente devorarlo, son pocos los que consiguen superar estas defensas, tan solo el búho real.