jueves, 10 de diciembre de 2015

MOMENTOS OTOÑALES: tiempo de setas..



Bajan las temperaturas tras el estío y llega la humedad al suelo haciendo que la hojarasca que crujía entre nuestros pasos se convierta en un ecosistema idóneo para que se asomen al exterior un gran muestrario de setas. Las hifas empiezan a ramificarse formando una masa algodonosa llamada micelio, que se extiende sobre el suelo o la madera, produciendo las setas que son la parte reproductora.
Los hongos, presentes a lo largo de los siglos, seguro que llamaron la atención a todos los pueblos que pasaron por este enclave, por su diversidad en colores, formas, tamaños y fragilidad; y sobre todo como aporte alimenticio. En la actualidad se está volviendo a recuperar parte de la tradición culinaria de estas especies, que por circunstancias adversas llevaron al olvido a este manjar de las mesas de las localidades cercanas a la sierra de Alor. Para seguir disfrutándolas, en el amplio sentido de la palabra, se recomienda seguir respetando las biomasas forestales presentes en este espacio protegido.
Muchas veces nos preguntamos en qué fecha salen las setas, sabemos que la estación reina es siempre el otoño, momento que se caracteriza por darse unas temperaturas suaves y un buen grado de humedad; no obstante, deberíamos tener en cuenta las primaveras muy lluviosas, ya  que suelen crear unas condiciones climáticas muy similares a la estación anterior. Pero si deberíamos destacar unos días en el calendario sería siempre la segunda quincena de octubre y la primera de noviembre, son los jornadas ideales para disfrutar de este momento de recolección, fotografía o simplemente de observación.
Para su recogida es imprescindible llevar una navaja, una cesta de mimbre y una guía de setas. Cuando cojamos algunas que no conozcamos y la llevásemos para realizar un estudio de la misma, nunca deberemos juntar las comestibles con esas, ya que pueden resultar venenosas. No se recolectarán nunca los ejemplares viejos ya que no tienen el mismo valor culinario que uno joven; además, dejándolos allí permitimos que las esporas de estos individuos se expandan por los alrededores dejando la “semilla” de las futuras generaciones. Nunca usaremos una bolsa para transportar setas, ya que impedimos que sus esporas caigan en el suelo durante nuestros paseos en busca de estas especies.
 Estos  hongos juegan un papel muy importante dentro de nuestros hábitats naturales, ya que al ser organismos descomponedores y reciclar gran cantidad de desechos orgánicos, permiten transformar la materia orgánica en inorgánica, devolviendo al medio ambiente elementos y sustancias fácilmente asimilables por otros seres vivos como las plantas, volviendo a reproducirse el ciclo de la vida.
Los hongos constituyen un reino independiente. Estos seres vivos que no son animales porque no se desplazan cómo ellos,  ni tampoco son plantas ya que no tienen la capacidad de realizar la fotosíntesis, se localizan de manera desigual en los diferentes ambientes de la sierra de Alor. Por citar algunas, en la zona de umbría (llamada la “Mancha”) es la zona donde más especies se pueden localizar, gracias a su capacidad para conservar la humedad debido al cobijo que le ofrece la masa arbórea; también en la ladera este, en la zona orientada hacia Barcarrota, se convierte en otro punto idóneo para estos individuos.

Este libro no pretende convertirse en una guía de setas, pero si mostraré bajo estas líneas un grupo de nombres muy característicos en este espacio LIC; por lo tanto se aconseja no cogerlas sin una base científica o de experiencia que nos asegure la certeza de no equivocarnos.

 Algunas de ellas son:
SETAS MORTALES
SETAS COMESTIBLES
Agaricus xanthoderma
Agaricus silvícola
Russula sanguínea
Agaricus campestri
Amanita muscaria
Agaricus arvensis
Amanita phalloides
Macrolepiota excoriata
Amanita panterina
Macrolepiota procera
Amanita verna
Amanita ponderosa
Armillaria mellea
Russula lepida
Phallus impudicus
Russula aeruginea
Boletus albidus (no comestible por su amargor)
Russula paludosa
Marasmius splachnoides (sin interés culinario)
Boletus aereus
Lycoperdon foetidum
Boletus reticulatus
Tremella mesentérica  (sin valor culinario)
Boletus regius

Boletus luridus

Tricholoma astroquamosum