ZOCALOS (RESEÑA DE UNA FACHADA):
Zócalo con bajo relieve.
Paseando por las calles origen de
nuestras localidades, esos incipientes rincones de nuestro patrimonio rural,
podemos observar el prototipo de cómo fueron nuestros hogares. Esas casas,
que en el caminar de la historia fueron
derruidas y vueltas a levantar tras los acontecimientos bélicos, han hecho que
en su evolución nos llegaran hasta la actualidad aquella manera particular de
entender nuestra morada; así podemos observar que esas fachadas humildes tenían
una serie de reseñas, como una puerta centrada, flanqueada por una ventana
pequeña y por una pared lisa, que tras ella se esconde una chimenea (shuné) que
se evidencia sobre el tejado; ésta en algunos casos presentan dimensiones
superiores a la pared que la sostiene. Estas delanteras rompen la monotonía del
encalado blanco con los zócalos de colores ocres o grises.
Puertas, ventanas y zócalo.
Este
zócalo presenta su propia personalidad en la localidad de San Jorge de Alor,
donde los colores son sustituidos por un esgrafiado de bajo relieve con formas
geométricas, en cuyo inicio predominaban las líneas rectas, con escasas líneas
curvas. Estos dibujos se obtenían sobre un manejo artesanal de la cal, la misma
que se utilizaba como argamasa para la construcción de las paredes.
Enrejado y grafías.
Su
elaboración consiste básicamente en un alisado de la pared con cal de
albañilería hasta una altura comprendida entre los 60 y 80 centímetros,
siempre respetando el nivelado superior (nunca paralelo al suelo); una vez
realizado este primer paso, se procede a dibujar las imágenes, para concluir
con un leve raspado de la zona exterior a los dibujos plasmados. Podemos
observar que cada uno de ellos presenta su propia personalidad, donde se
representa la originalidad del estilista albañil, que trata de evitar repetir
formas. Todo este proceso se realizaba con el lucido fresco; si bien, se puede
encontrar alguno en el que se evidencia golpes de cincel en la parte exteriores
a las siluetas que nos hace suponer que se realizaron una vez que la cal estaba
seca.
Zócalo sobre cal seca.
Tras un estudio realizado sobre los
zócalos, podemos indicar que en la primera calle origen de esta localidad, no
se observa ninguno con estas características; son en las posteriores, cuando
podemos ver alguno, que si prestamos atención a las fechas de las chimeneas que
están en el mismo frente que ellos, podemos decir que tienen su aparición en
torno a 1850.
Las formas rectas es lo más habitual.
Siguiendo con el análisis de su
evolución, contactamos que en las décadas de los 70 y de los 80 del siglo XX,
esta joya de la construcción rural, inicia un proceso de desaparición, unas
veces bajo capas de pinturas y otras bajo baldosas de dudoso gusto; este olvido
en el tiempo fue acompañado de otro acto de sabotaje al patrimonio rural, como
fueron las construcciones de cornisas en las fachadas, que hacían desaparecer
las tejas árabes a la vez que ocultaban parte de las chimeneas.
La competencia entre formas rectas y curvas.
Existe un punto de inflexión en el
devenir del tiempo y se toma el año 1991 como punto de recuperación de este esgrafiado;
si bien, en estos primeros pasos se siguen usando, como en sus inicios, las representaciones
geométricas de líneas rectas; pero a fuerza de ser originales, han empezado a
aparecer con más predominio las curvas y los motivos florales, como la
representativa rosa albardera de la sierra de Alor.
Motivo floral (paeonia broteroi)
Es de destacar que ha aparecido una
creciente concienciación en los sanjorgeños por recuperar este original adorno.
Primer zócalo de la recuperación.
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