sábado, 8 de febrero de 2014

ZOCALOS (RESEÑA DE UNA FACHADA):



ZOCALOS (RESEÑA DE UNA FACHADA):

          Zócalo con bajo relieve.
          Paseando por las calles origen de nuestras localidades, esos incipientes rincones de nuestro patrimonio rural, podemos observar el prototipo de cómo fueron nuestros hogares. Esas casas, que  en el caminar de la historia fueron derruidas y vueltas a levantar tras los acontecimientos bélicos, han hecho que en su evolución nos llegaran hasta la actualidad aquella manera particular de entender nuestra morada; así podemos observar que esas fachadas humildes tenían una serie de reseñas, como una puerta centrada, flanqueada por una ventana pequeña y por una pared lisa, que tras ella se esconde una chimenea (shuné) que se evidencia sobre el tejado; ésta en algunos casos presentan dimensiones superiores a la pared que la sostiene. Estas delanteras rompen la monotonía del encalado blanco con los zócalos de colores ocres o grises.  
Puertas, ventanas y zócalo.
Este zócalo presenta su propia personalidad en la localidad de San Jorge de Alor, donde los colores son sustituidos por un esgrafiado de bajo relieve con formas geométricas, en cuyo inicio predominaban las líneas rectas, con escasas líneas curvas. Estos dibujos se obtenían sobre un manejo artesanal de la cal, la misma que se utilizaba como argamasa para la construcción de las paredes. 
Enrejado y grafías.
Su elaboración consiste básicamente en un alisado de la pared con cal de albañilería hasta una altura comprendida entre los 60 y 80 centímetros, siempre respetando el nivelado superior (nunca paralelo al suelo); una vez realizado este primer paso, se procede a dibujar las imágenes, para concluir con un leve raspado de la zona exterior a los dibujos plasmados. Podemos observar que cada uno de ellos presenta su propia personalidad, donde se representa la originalidad del estilista albañil, que trata de evitar repetir formas. Todo este proceso se realizaba con el lucido fresco; si bien, se puede encontrar alguno en el que se evidencia golpes de cincel en la parte exteriores a las siluetas que nos hace suponer que se realizaron una vez que la cal estaba seca.
 
Zócalo sobre cal seca.
 
            Tras un estudio realizado sobre los zócalos, podemos indicar que en la primera calle origen de esta localidad, no se observa ninguno con estas características; son en las posteriores, cuando podemos ver alguno, que si prestamos atención a las fechas de las chimeneas que están en el mismo frente que ellos, podemos decir que tienen su aparición en torno a 1850.
          Las formas rectas es lo más habitual.
            Siguiendo con el análisis de su evolución, contactamos que en las décadas de los 70 y de los 80 del siglo XX, esta joya de la construcción rural, inicia un proceso de desaparición, unas veces bajo capas de pinturas y otras bajo baldosas de dudoso gusto; este olvido en el tiempo fue acompañado de otro acto de sabotaje al patrimonio rural, como fueron las construcciones de cornisas en las fachadas, que hacían desaparecer las tejas árabes a la vez que ocultaban parte de las chimeneas.
           La competencia entre formas rectas y curvas.
            Existe un punto de inflexión en el devenir del tiempo y se toma el año 1991 como punto de recuperación de este esgrafiado; si bien, en estos primeros pasos se siguen usando, como en sus inicios, las representaciones geométricas de líneas rectas; pero a fuerza de ser originales, han empezado a aparecer con más predominio las curvas y los motivos florales, como la representativa rosa albardera de la sierra de Alor.
           Motivo floral (paeonia broteroi)
          Es de destacar que ha aparecido una creciente concienciación en los sanjorgeños por recuperar este original adorno.


Primer zócalo de la recuperación.

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