Dehesa y grullas, binomio fantástico donde cada tilde suena en armonía con el canto del color,... el invierno las unió.
Y cada mañana el rocío bautiza cada hojarasca, que oculta la raíz sustento de esta zancuda. Agradecida, nos entrega su gruir, que cada año nos hacen las delicias de todos los que sentimos el latido de la dehesa.
El tiempo le grita: "NO TE VAYAS".
Respondiéndole la dehesa: ¿Y TÚ QUÉ HACES?
... las grullas nos abandonarán. Ya no hay bellotas.
good
ResponderEliminar