Existen unos
rasgos que caracterizan a estas especies, el más notable es su capacidad para
la caza nocturna, para ellos están dotados de
unos grandes ojos orientados hacia delante y unos finísimos oídos que
están ocultos bajo el plumaje; que no debemos confundir con unos penachos, que
algunas especies tienen sobre la cabeza haciendo de falsas orejillas. Esto,
unido a que poseen unas alas grandes y redondeadas con el filo del plumaje desflecado
con el fin de reducir el sonido producido en su vuelo, hace que las presas los
detecten. Sus picos y garras están muy
afilados y son muy fuertes.
La caza
nocturna la perpetran mediante la técnica del acecho; la localización de las
presas las realizan por el oído y con un vuelo silencioso y corto les permiten
obtener grandes resultados. Se alimentan
de capturas vivas, tales como pequeños micromamíferos, pajarillos, insectos,
anfibios etc. Los devoran enteros o en trozos y posteriormente regurgitan aquellas
partes, que no son capaces de digerir, en formas de bolas llenas de pelos,
huesos y exoesqueletos de invertebrados, denominadas egagrópilas.
Son bastantes
desconocidas para el grueso de las personas, ya que la noche no se presta al
paseo; situación que tiende a cambiar, ya que cada vez son más las caminantes y
ciclistas que eligen estas horas para desarrollar sus aficiones. Estos deportes,
pueden verse recompensados al escuchar en la noche la cantinela del autillo en
su época de celo, el mochuelo reclamando
su territorio y el canto del búho real desde su posadero, que convierten la
oscuridad, en uno de los mejores espectáculos nocturnos.
Entre
las especies que podemos localizar en nuestro municipio, están: lechuzas
comunes, lechuzas campestres, búhos reales, búhos chicos, cárabos, autillos y mochuelo.
No existen estimaciones sobre el estatus de estas rapaces nocturnas. Reseñaremos
algunos datos sobre sus hábitos, morfologías y localizaciones.
Las
lechuzas son conocidas vulgarmente en este municipio como corujas. Su hábitat se
encuentra en los terrenos incultos, en las casas altas de Olivenza y en todas
las aldeas, así como en los cortijos abandonados. Suele evitar los encinares y
se le ve asociada a los campos agrícolas. La base de su dieta es el ratón,
estimado en un 90 %. Son muy prolíficas llegándose a contabilizar nidadas de
hasta 7 y 8 huevos. Las principales causas de mortandad son las
electrocuciones, los atropellos y la perdida de nidos por las demoliciones y
las rehabilitaciones de edificios. Como dato anecdótico, cabe reseñar que en verano
nos visitan todas las noches en “El Paseo” de Olivenza, ya que vienen a buscar en
las palmeras, que rodean este lugar, parte de su dieta; por que saben que aquí,
duermen grandes bandos de pardales.
El
gran duque, el búho real, la mayor de las rapaces nocturnas, cría en los
roquedos y en los grandes árboles con oquedades. Tiene una variada base
alimenticia de la que podemos citar: conejos, aves rapaces diurnas y nocturnas,
zorros y gatos domésticos asilvestrados. Ponen entre 2 y 4 huevos entre mediados
y finales de febrero. Las amenazas principales son: las electrocuciones, la
caza ilegal, el envenenamiento y la disminución del conejo.
El
mochuelo es por todos conocidos, pues es observado en los edificios y parques
de Olivenza (estación de autobuses, parque Pintasilgos, Puerta del Calvario) y pedanías; acechando siempre, desde mediados de
primavera hasta final del verano, a los insectos que buscan las luces de las
farolas. Su alimentación está compuesta básicamente de micromamíferos, insectos
y reptiles. Cría en los huecos de los árboles, paredes de piedras y casas
abandonadas. Las principales amenazas son el uso de plaguicidas y los
atropellos en carreteras.
Los
cárabos son típicamente forestales. Crían en los huecos de los árboles con una
puesta de entre dos y cuatro huevos. Para su conservación son aconsejables las
cajas anidaderas ya que aceptan muy bien estas construcciones artificiales. Su
alimentación es muy diversa incluye aves de tamaño medio, pequeños mamíferos,
batracios, reptiles y lombrices.
Observando
la dieta alimenticia de estas aves rapaces nocturnas, cabe resaltar el alto
valor que supone tener cerca de nosotros a estos predadores; pudiendo afirmar,
que donde se han observado a estos individuos, se ha constatado grandes
beneficios a la agricultura, ayudando a la eliminar plagas de insectos y
roedores.
La maravillosas aves que tenemos en nuestra localidad y que no sabemos valorar. Grandes fotos y excelente calidad. un saludo.
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